No se ha de quedar de brazos cruzados...

Luchito está indignado. Después de tantos años de poder hacer y disponer, según su voluntad, de los detalles de la organización de los partidos de la selección ecuatoriana de fútbol, finalmente le frenaron el carro. Una inteligente iniciativa del Concejo Municipal de Quito, creó y estableció una ordenanza en la ciudad para garantizar el orden y la seguridad del público que asista a escenarios deportivos. Más claro: en los estadios de la ciudad, como el Olímpico Atahualpa, los asientos serán numerados, señalizados y segmentados con un espacio suficiente para dar comodidad al hincha.

Antes de la ordenanza, al estadio Atahualpa entraban cerca de 45.000 personas; ahora, con la medida aplicada y los asientos claramente pintados con sus respectivos números, la capacidad bordea los 35.000. Visto con la lupa monetaria de Luchito: la Federación Ecuatoriana de Fútbol pierde $150.000 por partido; visto por un aficionado: "ya no tengo que madrugar para encontrar buen puesto, nadie me incomodará para ver los goles de Valencia y puedo ir al baño por las gradas que también servían de graderío".

Cuando Chiriboga criticaba irónicamente a la Concentración Deportiva de Pichincha y al Municipio de Quito por la ordenanza aplicada, acusándoles de "abuso de poder", solo faltaba que haga pucheros, suelte un par de lágrimas y así produzca más lástima que la que sus ambiciones particulares generan. ¿Por qué tantas iras ingeniero? ¿No es suficiente recibir las millonadas de taquillas que siempre genera la selección en el Atahualpa? ¿Sin los $150.000 no clasificaremos al mundial?

Como el poder de Luchito no tiene alcance para detener la medida municipal, y la amenaza de que la selección se iba a jugar a Guayaquil no se  la prensa deportiva es la primera que debe afrontar el 'colerín' del jefe máximo del fútbol ecuatoriano. Sus espacios de cobertura en el estadio se han reducido y muchos colegas tendrán que hacer su trabajo mirando el partido por TV. ¿La próxima víctima? Ojalá que no sea la afición, con incrementos del precio de entradas. Tampoco descarto que Chiriboga quiera hacer presión dirigiendo sus dardos a los propios jugadores de la Tri. Por suerte ellos ni se enteran del problema y prefieren estrenarse como estrellas de youtube, bailando salsa en un yacuzzi.



Comentarios

Entradas populares