Tranquilo pero "picado"...

El título resume de cómo culminé mi domingo. Este día fue especial porque el mundo del fútbol nos ofrece partidos excelentes que uno espera ansioso que lleguen. Hoy jugaron los amarillos contra los azules. En la mañana me desperté nervioso. El que me conoce sabe por qué color me inclino. Llegó la hora del partido. Antes, tuve que estar unas dos horas sentado en la TV ganando el puesto, para evitar que me ganen mis sobrinas para ver "La bella y la bestia".

En el primer tiempo no hubo goles. En el segundo sufrí porque los azules hicieron su primer gol (ahí creo que me delaté), luego le anularon uno a los amarillos; a mí me pareció gol legítimo. Pasaron unos minutos y el marcador se igualó. Quedaba un tiempo para uno más. Un"palaso" del número 3 amarillo fue lo que me dejó picado. Estuviera hablando de un dos a uno. El árbitro pitó el fin del encuentro. Empates. Como fue de visita, los amarillos obtuvieron un resultado positivo. Respiré tranquilo porque el "acérrimo" rival no pudo ganar en su cancha. Y sigue abajo en la tabla. A pesar de que me quedó una ansiedad por los 3 puntos...¡qué lindo es el fútbol!

(NOTA: La foto es de un clásico del año anterior pero... ¡qué buena foto! - y en el capwell-)