Simplemente, ¡RESPETO!
Desde que tengo uso de razón, no recuerdo haberme enterado de un caso parecido. El que un Presidente de la República interponga una demanda millonaria (en todo el sentido de la palabra) a un medio de comunicación y a un periodista por una columna de opinión escrita por este último. Curiosamente, meses después de incorporarme como un nuevo periodista de la patria, Rafael Correa le gana el juicio a El Universo y espera una indemnización de $40 millones.
Partiendo desde el origen del problema, el artículo titulado "NO a las mentiras" (http://www.eluniverso.com/2011/02/06/1/1363/mentiras.html) de Emilio Palacio, texto publicado el 6 de febrero del 2011 (día cuando cumplí 25 años, ¿significará algo esa coincidencia?), tiene un carácter evidentemente confrontante, muy crítico y con aires de resentimiento. Palacio trata de ser indirecto en sus comentarios al mencionar al 'Dictador', aunque no haya duda del que ostenta esa denominación.
Una parte del artículo dice: "El Director debería recordar, por último, y esto es muy importante, que con el indulto, en el futuro, un nuevo presidente, quizás enemigo suyo, podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente." Ese fragmento es la chispa que encendió el incendio, con el que Correa siente afectado su honor. La oración es directa y fuerte. Se presta para diversas interpretaciones, sin descartar que pueda ser válida para justificar la injuria contra el presidente. Aunque Palacio nunca menciona nombres ni apellidos, como dije antes, sabemos quién es el Dictador de la historia.
Tengo escaso conocimiento del código penal y de las figuras legales que se deben aplicar en la demanda que Correa interpuso contra Emilio Palacio y contra los directores y dueños de El Universo, pero creo que la sentencia que se acaba de emitir ($40 millones de indemnización y 3 años de prisión para Palacio y los Pérez) es totalmente desproporcionada. El presidente tenía todo el derecho de reclamar si se sintió aludido en el texto del artículo, pero no termino de entender por qué tanto dinero de reparación a su imagen, sin contar con los $40 millones extras que va a solicitar la parte acusatoria en la apelación.
¿Y ahora la libertad de expresión? ¿la libertad de prensa? ¿mi libertad de ejercicio? Tendré que cuidar cada palabra, cada frase que escriba, cada expresión crítica que quiera difundir. Esa no es la realidad que yo quería desde pequeño, cuando nacía mi intención de ser periodista. Entiendo lo vulnerables que son los medios y los periodistas para manipular la información a su conveniencia, pero creo que la vocación y el amor por un periodismo independiente responsable son más fuertes que esas tentaciones. No comprendo por qué Correa guarda tanto resentimiento social para la prensa, y me da miedo esa actitud porque su discurso es altamente replicable entre sus seguidores (que son muchos).
Señor Presidente, si quiere un verdadero progreso para el Ecuador, empiece por el respeto a su propio pueblo que tiene muchas cosas aún por decir, cosas que no van a ser totalmente de su agrado, pero que DEBEN decirse, y que sólo se harán eco a través de la sacrificada y decente prensa nacional.
Partiendo desde el origen del problema, el artículo titulado "NO a las mentiras" (http://www.eluniverso.com/2011/02/06/1/1363/mentiras.html) de Emilio Palacio, texto publicado el 6 de febrero del 2011 (día cuando cumplí 25 años, ¿significará algo esa coincidencia?), tiene un carácter evidentemente confrontante, muy crítico y con aires de resentimiento. Palacio trata de ser indirecto en sus comentarios al mencionar al 'Dictador', aunque no haya duda del que ostenta esa denominación.
Una parte del artículo dice: "El Director debería recordar, por último, y esto es muy importante, que con el indulto, en el futuro, un nuevo presidente, quizás enemigo suyo, podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente." Ese fragmento es la chispa que encendió el incendio, con el que Correa siente afectado su honor. La oración es directa y fuerte. Se presta para diversas interpretaciones, sin descartar que pueda ser válida para justificar la injuria contra el presidente. Aunque Palacio nunca menciona nombres ni apellidos, como dije antes, sabemos quién es el Dictador de la historia.
Tengo escaso conocimiento del código penal y de las figuras legales que se deben aplicar en la demanda que Correa interpuso contra Emilio Palacio y contra los directores y dueños de El Universo, pero creo que la sentencia que se acaba de emitir ($40 millones de indemnización y 3 años de prisión para Palacio y los Pérez) es totalmente desproporcionada. El presidente tenía todo el derecho de reclamar si se sintió aludido en el texto del artículo, pero no termino de entender por qué tanto dinero de reparación a su imagen, sin contar con los $40 millones extras que va a solicitar la parte acusatoria en la apelación.
¿Y ahora la libertad de expresión? ¿la libertad de prensa? ¿mi libertad de ejercicio? Tendré que cuidar cada palabra, cada frase que escriba, cada expresión crítica que quiera difundir. Esa no es la realidad que yo quería desde pequeño, cuando nacía mi intención de ser periodista. Entiendo lo vulnerables que son los medios y los periodistas para manipular la información a su conveniencia, pero creo que la vocación y el amor por un periodismo independiente responsable son más fuertes que esas tentaciones. No comprendo por qué Correa guarda tanto resentimiento social para la prensa, y me da miedo esa actitud porque su discurso es altamente replicable entre sus seguidores (que son muchos).
Señor Presidente, si quiere un verdadero progreso para el Ecuador, empiece por el respeto a su propio pueblo que tiene muchas cosas aún por decir, cosas que no van a ser totalmente de su agrado, pero que DEBEN decirse, y que sólo se harán eco a través de la sacrificada y decente prensa nacional.
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