¿Vicio o necesidad?

Nadie lograba llamar su atención. Era un ente. Todos hablaban, todos comían, algunos reían. Él, cabizbajo. A simple vista, dormido. Sonaba la música, por ahí alguien brindaba, pero él no estaba ahí. Cuando terminaba de actualizar su status en Facebook, el perro de su tía confundía su pierna con el arbolito donde expulsaba los restos de la sopa que le habían compartido. Él volvía al mundo con cara de asco, mientras su teléfono vibraba otra vez.

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