La ‘peluquería’ en la tele

¿Qué tiene en común el ambiente de una peluquería con el programa de RTS ‘Vamos con todo’? Las conversaciones interminables de damas de gran elocuencia respecto a la vida de terceros, en otras palabras, el chisme. La diferencia está talvez en ‘la logística’. Los espejos del salón de belleza son reemplazados por las cámaras, el ruido de las secadoras se sustituye con música bailable de fondo (generalmente reggaetón) y las protagonistas son modelos voluptuosas de vestuario limitado o individuos que se sienten carismáticos frente a las cámaras.
Cuando uno quiere perder el tiempo sentado frente a la pantalla chica existe una amplia oferta de programas de farándula en la televisión ecuatoriana. Últimamente, la aparición de estos espacios está en auge. ‘Vamos con todo’ dio la pauta y evidenció la facilidad de atraer audiencia para presentar este tipo de programas. Así surgió ‘Caiga quien caiga’, ‘Entre sapos y culebras’, el recién estrenado ‘Tribunal de la farándula’ o ‘La noche’; un sinfín de emisiones televisivas que se contentan con el tratamiento a profundidad de la vida íntima de gente que muchas veces gana la fama sólo por estar en boca de Paloma Fiuza, Marián Sabaté, Xavier Pimentel o de Ángelo Barahona. Romances de pantalla, líos de faldas, juicios de alimentos, “tours” en el hogar del famoso donde llegan hasta revisarle el clóset, son las partes más comunes de las agendas de estos programas que se emiten diariamente durante varias horas.
Al revisar el concepto del término farándula, la acepción afirma que es una profesión o ambiente relacionado al teatro y a la comedia. ¿Desde cuándo la farándula se convirtió en una peluquería adecuada en un set de televisión? ¿Por qué hablar de farándula implica comentar y rumorar respecto a asuntos de la vida privada de personajes públicos? Porque ese espacio cotidiano de la peluquería es un ejemplo visible de la cultura del chisme que gusta al ecuatoriano. Lamentablemente es el público quien da vida a estos programas que no tienen ninguna utilidad social ni comunicativa. Sin embargo ahí están buscando complacer esa curiosidad de su audiencia por conocer los pormenores de la vida de otros. E indudablemente la farándula vende.